Tengo la feliz costumbre de leer a Alejandro Rossi en abril, un mes en el que revoluciones y amores fracasan antes de florecer. Cada año, por estas fechas, saco Manual del distraído de la caja donde lo guardo y leo algunas de sus páginas. Ningún libro es tan venturoso como éste para leerlo al azar, ningún azar en ningún libro leído al azar es tan ordenado y tan complacido con su lector. El mes de abril es un mes malo, caótico y alegremente pérfido, aunque tarde uno muchos abriles en darse cuenta. Quizás porque es un mes esperanzador y estamos obligados a tener esperanza. Quizás porque si no tenemos esperanzas en abril, nadie tendrá nunca esperanzas en nosotros. El caso es que uno entra en el mes de abril con las viejas ilusiones de siempre, y sale de él con una desilusión renovada y fresca. Alguien me dirá que reserva esos pesimismos para meses más oscuros, más flácidos o más fríos y no seré yo quien se los niegue: soy un pesimista feliz, pero tolerante. También caótico, también malo, también alegremente pérfido. El mes de abril está hecho para mí, aunque tarde uno muchos abriles en darse cuenta. Tal vez por eso la lectura de Rossi por estas fechas conviene tanto. Manual del distraído es un libro que puede leerse al azar, pero no de cualquier modo: la inteligencia, la belleza y el humor sancionan la apatía y el desaliño. Ningún libro mejor que este para satisfacer el placer de apetitos desordenados. Quien entre en sus paginas hallará en ellas ensayos que gozará como cuentos y cuentos que disfrutará como ensayos. Le sorprenderá la realidad allí donde la realidad menos sorprende y la vida le sorprenderá menos que una sorprendente ficción. Todo es lo mismo, todo es literatura. Como la prosa de Rossi es rítmica e irresistible su belleza nunca cansa, el deseo de leer no se desvanece. En todo caso, se para, se deja de leer, por el gusto de distraerse con lo leído. Mi costumbre me hace devolver el libro a su caja antes de que el mes detenga su curso, lo que no es una obligación para nadie. Si yo lo leyera por primera vez, prolongaría su lectura durante el mes de mayo, sobre todo ahora, en estos tiempos en que el mes de mayo empieza a parecerse sospechosamente al mes de abril.
Cajas escritorio. Medidas 22cm×22cm×4cm. Materiales: cartón, papel natural y papel nobel. Contacto: eladiore@yahoo.es