Estas notas empiezan hoy su desescalada. Los gráficos personales me indican que ya puedo dejar de escribir cada día. Al princípio del estado de alarma dibujé en un papel dos columnas en paralelo. La de la izquierda contenía las manías que tengo, y, en la de la derecha, he ído apuntando las adquiridas a lo largo de estos casi cincuenta días de confinamiento. En la medida en que el confinamiento nos condiciona y nos cambia, la aparición en mi vida diaria de manías nuevas convertía en obsoletas o anacrónicas las anteriores, que he ído eliminando de acuerdo a su falta de utilidad. A día de hoy, las manías de la columna derecha superan en número a las de la izquierda, bien que por muy poco, pero la tendencia parece indicar que, en no más de dos semanas, las manías antiguas quedarán reducidas a una o dos, lo que prácticamente impedirá su reproducción. En el muy hipotético caso de un rebrote, las combatiría de nuevo día a día hasta su total eliminación. O cambiamos de verdad, o no cambiamos. Salud y gracias.

No cambiamos, ya veras como apareceran tus manias de la columna izquierda…lo creo…sonrisaaaaa.
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