Me gusta esa mujer. No he tenido más de dos conversaciones con ella, muy distantes en el tiempo y tan anodinas como la vida que llevo, pero me gusta. Lo que más me gusta es su manera de andar. En realidad, es lo que más me gusta en todas las mujeres, la manera de andar. Esta mujer anda mejor cuando lleva el uniforme de encargada de la tienda de ropa en la que trabaja que cuando va vestida con normalidad. Ese tipo de andar lo he visto ya otras veces, sobre todo en el medio acuático. Las personas que andan así viven dominadas por la urgencia de los charcos. Para ellas, la vida y el mundo son una superficie infinita de charcos que piden constantes explicaciones. Cuando ellas andan, el charco las reclama, les pregunta, les amonesta o les silba. Tienen que andar siempre con los ojos muy abiertos, muy atentas a sus solicitudes y sus requerimientos. Si se despistan y caminan con los ojos cerrados, corren el peligro de encharcarse. Si se encharcan, tienen que andar con los pantalones arremangados y caminar inapropiadamente, como los patos cuando abandonan su charca. A esta mujer, los pantalones arremangados no le quedan bien porque son azules. La chaquetilla también es azul. Sin embargo, le queda bien cuando la lleva arremangada hasta el codo, con las manos en los bolsillos. Lo que más me gusta después de su manera de andar es su flequillo y su culo. Después, la proximidad de su sonrisa, el vacío de sus manos, la honesta sinceridad de sus cálculos, el modesto alcance de sus ambiciones y su entusiasmo injustificado, por este orden.

Me encanta… andar dominadas por la urgencia de los charcos. Qué metáfora tan bonita y apropiada…
Por cierto. A mi tb me enamora la forma de andar de algunas mujeres.
Un abrazo Eladio
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Gracias, Manuel, ya vamos sumando más cosas en común. Un abrazo.
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Una prosa cercana, sencilla y lírica todo al mismo tiempo. Es de las que más me hacen disfrutar. Hoy me ha gustado especialmente.
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Gracias, Patricia! Un abrazo
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Ahhhhhh…que bueno!!!
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Gracias, Tatiana, un abrazo!
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Un gozoso relato, se deja andar por él con una gran (y cercana)sonrisa
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Gracias, Note, a veces conviene pasear sonriente y relajado
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